Leucemia
La leucemia (del griego leucos λευκός "blanco" y emia αἷμα "sangre") es un grupo de enfermedades malignas de la médula ósea (cáncer hematológico1 ) que provoca un aumento incontrolado de leucocitos en la misma. Sin embargo, en algunos tipos de leucemias también pueden afectarse cualquiera de los precursores de las diferentes líneas celulares de la médula ósea, como los precursores mieloides, monocíticos, eritroides o megacariocíticos.
Clasificación
Existen distintos tipos de clasificación, en función del criterio que se utilice para ello.
- Según la población celular afectada:
- Leucemia mieloide crónica (LMC) incluida dentro de los síndromes mieloproliferativos crónicos.
- Leucemia linfoide crónica (LLC) incluida dentro de los síndromes linfoproliferativos y equiparable al linfoma linfocítico.
- Leucemia linfoide aguda o Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA)5
- Leucemia mieloide aguda o Leucemia Mieloblástica (LMA)
- Leucemia mielógena (LM)
aparte de linfomas no Hodgkin leucemizados, es decir, con la presencia de células linfomatosas en la sangre periférica, como sucede en la Tricoleucemia.
- Según la gravedad de la patología:
- Aguda: en este caso, se da un aumento muy rápido de las células sanguíneas inmaduras. Estas células no realizan las funciones sanguíneas necesarias, y ocupan un espacio que permitiría el desarrollo de las células maduras. Es muy importante que el tratamiento sea precoz ya que la progresión celular y la dispersión de las células malignas puede conducir a que la leucemia llegue a otros órganos corporales. Esta forma de leucemia es la más común en niños.
- Crónica: en esta afección, se producen demasiados glóbulos blancos maduros pero anormales. Progresa durante meses o años, por lo que no siempre se administra el tratamiento inmediatamente, si no que a veces se monitoriza la situación para ver cual es el momento más efectivo para la terapia. Aunque pueden ocurrir en cualquier grupo de edad, la leucemia crónica ocurre más a menudo en personas mayores.
La principal característica de las leucemias agudas es la presencia de un "cese madurativo" de las células de línea mieloide (LMA) o Linfoide (LLA) con blastosis en médula ósea (superior de 20% de celularidad no eritroide según la OMS). Dado que todavía queda hematopoyesis normal residual, puede verse en sangre
periférica la existencia de un "hiato leucémico", es decir, presencia
de formas inmaduras en sangre periférica y formas maduras pero con
ausencia de elementos intermedios.
En las leucemias crónicas, la principal característica morfológica es
la no existencia de dicho hiato leucémico, ya que no existe
detenimiento madurativo, permitiendo secretar a la sangre células
maduras, y su curso clínico suele ser indolente.
Tratamiento
El tratamiento de la leucemia puede incluir14 :
- Medicamentos o quimioterapia por vía intravenosa u oral o quimioterapia por vía intratecal (medicamentos introducidos en la médula espinal con una aguja, en el área denominada espacio subaracnoide)15
- Radioterapia
- Trasplante de médula ósea o de sangre de cordón umbilical
- Terapia biológica
- Medicamentos para prevenir y tratar náuseas y otros efectos secundarios del tratamiento, transfusiones sanguíneas (de glóbulos rojos o plaquetas),y antibióticos para prevenir y tratar infecciones.
- Terapias integrativas16
Cuadro clínico
Se producen daños en la médula ósea, a modo de desplazamientos de las células normales de la médula ósea con un mayor número de glóbulos blancos inmaduros. Todo esto se traduce en una falta de plaquetas en la sangre, fundamentales en el proceso de coagulación sanguínea, por lo que las personas con leucemia pueden desarrollar fácilmente hematomas y un sangrado excesivo o hemorragias punteadas (petequias)
Los glóbulos blancos, implicados en la defensa del organismo, pueden ser deficientes o disfuncionales. Esto puede causar que el sistema inmune del paciente sea incapaz de luchar contra una infección
simple. Debido a que la leucemia impide que el sistema inmunitario
funcione con normalidad, algunos pacientes experimentan infecciones
frecuentes, que van desde las amígdalas infectadas, llagas en la boca, diarrea, neumonía o infecciones oportunistas.
De manera resumida, algunas de sus manifestaciones clínicas más importantes son:
- Decaimiento, falta de fuerzas, mareos, náuseas, inapetencia, disminución de peso importante.
- Fiebre que dura varios días sin una causa aparente, sudoración nocturna, escalofríos.
- Dolor o sensibilidad ósea, dolores articulares y de extremidades.
- Hemorragias frecuentes sin motivo aparente, por ejemplo, sangrado anormal de las encías o de la nariz.
- Petequias o hematomas sin haber tenido algún golpe.
- Palidez de piel, interior de la cavidad oral o de los párpados.
- Aumento de tamaño de los ganglios linfáticos.
- Aparición de masas o crecimientos anormales de órganos abdominales como el bazo y el hígado, o aparición de masas que crecen en otras partes del cuerpo.
- Alteraciones de los exámenes sanguíneos (hemograma, VIH, etc.).
- Irregularidad en los ciclos menstruales.
- Dolor en articulaciones.
La palabra leucemia, que significa "sangre blanca", se deriva de la
alta cantidad de glóbulos blancos que la mayoría de los pacientes de
leucemia tienen antes del tratamiento. El elevado número de células
blancas en la sangre es evidente cuando se observa una muestra de sangre
afectada bajo el microscopio.
Con frecuencia, estas células blancas extra son inmaduras o
disfuncionales. El excesivo número de células también puede interferir
con el nivel de otras células, causando un desequilibrio perjudicial en
la proporción de la sangre.
Algunos pacientes con leucemia no tienen una alta cantidad de
glóbulos blancos visibles durante un recuento sanguíneo normal. Esta
condición menos común se denomina aleucemia. La médula ósea
contiene las células cancerosas aún blancas de la sangre que perturban
la producción normal de células sanguíneas. Sin embargo, las células
leucémicas se alojan en la médula en lugar de entrar en el torrente
sanguíneo, donde serían visibles en un análisis de sangre.
Para un paciente aleucémico, el recuento de glóbulos blancos en la
sangre puede ser normal o baja. La aleucemia puede ocurrir en cualquiera
de los cuatro tipos principales de leucemia, y es particularmente común
en la leucemia de células pilosas.
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